The Equalizer, Denzel Washington en su máxima expresión
Para quienes aman el cine de acción y de suspenso, The Equalizer aparece por estas horas como un thriller sumamente recomendable y entretenido, en el cual el realizador Antoine Fuqua dirige por segunda vez a Washington repitiendo la fórmula de la película “Día de entrenamiento”, la cual se alzó con el Oscar de la Academia hace más de una década. El resultado es una cinta que no presenta ninguna clase de escrúpulos al momento de adaptar a la gran pantalla una serie de televisión norteamericana que data de mediados de los años ochenta. El principal acierto de esta cinta es el de saber exactamente hacia donde apunta, tomándose el tiempo que necesita para llegar a ese objetivo, desarrollando el guion con la calma ideal para preparar el terreno antes de la tradicional explosión de acción y furia en la que Denzel Washington se desenvuelve con extrema naturalidad. El protagonista es precisamente Robert McCall, un hombre metódico, solitario y con problemas para dormir que trabaja como mozo en un gran depósito de materiales de construcción y que en su tiempo libre prefiere leer y hacer el bien cueste lo que cueste.
Violencia a gran escala
Precisamente es en una de sus largas noches en vela en la que conoce al personaje de Teri, una prostituta que sueña con ser cantante y a la cual Robert tratará de enderezar apartándola de la noche. Sin embargo, en su intento se topará con la mafia rusa, iniciando una escalada de acción que dejará al espectador con la boca abierta. En este contexto, Denzel Washington asume la responsabilidad de guiar el desarrollo de la película como la estrella que es, acompañado en este caso por un grupo de actores cuya presencia es casi anecdótica a excepción de Marton Csokas, quien interpreta a un malvado villano ruso que será el enemigo ideal para nuestro protagonista.
